El Gobernador encabezó la emotiva primera jornada -de cuatro en total-, que implicó el cierre de un proceso de reparación histórica para los inscriptos en los planes ‘Progreso’ y ‘Sueños’.
Este martes, en una ceremonia concentrada en el tramo sur de la Avenida Lafinur, el gobernador Claudio Poggi compartió un momento único con 171 familias que aguardaron más de una década para recibir sus hogares. Son vecinos que, durante la primera gestión del actual Mandatario, depositaron sus esperanzas en los planes habitacionales ‘Progreso’ y ‘Sueños’ lanzados en 2011 y que, aún cuando les correspondía recibir la casa en manos de la administración siguiente del Ejecutivo, se quedaron con las manos vacías durante años por la decisión política de volcar esos recursos en otro lado.
Tras ese largo lapso de tiempo luchando por lo que les pertenecía, finalmente llegó el día. Poggi presidió un acto que no puede describirse sin aludir al componente emocional, en el que la primera tanda de vecinos de la capital sanluiseña recibieron las llaves de sus viviendas e ingresaron por primera vez a sus nuevas casas en condición de adjudicatarios.

La ceremonia comenzó con la proyección de un video institucional que resumió, en unos breves segundos, buena parte del camino que transitaron hasta poder mudarse a sus casas. Luego, tomó la palabra el propio Mandatario, quien profundizó en las penurias que atravesó cada familia pero también aseguró que, de aquí en adelante, el acceso a la vivienda propia en San Luis es una realidad.
Una vez concluido el discurso, comenzaron a convocar a cada familia para recibir, de manos del Gobernador, las llaves de sus hogares. Padres, hijos, hermanos, mascotas, carteles de agradecimiento y muchas lágrimas acompañaron cada subida a la tarima donde los esperaba la llave del hogar. En cada apellido que se pronunció en el acto, también existe una historia propia de sacrificio, lucha y perseverancia inquebrantable hasta alcanzar la meta, motivo por el cual el Mandatario se paró a dialogar, celebrar y felicitar a cada uno de ellos.

Si le preguntan a los 1.500 inscriptos que quedaron pendientes de los antiguos planes habitacionales, ‘¿cuántas veces soñaste con recibir algún día tu casa?’, la mayoría opta por responder con gestos y no palabras. Son indicadores de quien hace años perdió no sólamente la cuenta de cuántas veces lo imaginó, sino incluso en algún tramo las fuerzas para seguir soñando.
Poco a poco, como prometió el gobernador Claudio Poggi en un Ave Fénix repleto en julio del 2024, la actual administración del Ejecutivo inició las gestiones necesarias para reparar el destrato que sufrieron aquellas familias que debían recibir sus hogares previo a la navidad del 2016. El Estado identificó quiénes quedaron pendientes, analizó cada situación en particular, estableció convenios con municipios y empresas constructoras y comenzó a resarcir el vacío que sentían esos vecinos.

Ya con las llaves y los documentos dominiales en mano, los flamantes adjudicatarios se trasladaron hasta sus nuevos hogares. 171 llaves fueron giradas y abrieron las cerraduras de las casas ubicadas al sur de la ciudad, todo un símbolo de la nueva etapa que comienza. Para la mayoría, fue un momento de liberación. Liberación producto de las distintas emociones que fluían por sus cuerpos, de frustraciones pasadas que se convirtieron en logros del presente, de entender que tanta lucha finalmente tuvo su recompensa y, fundamentalmente, de saber que esas cuatro paredes son el comienzo del resto de sus vidas.
Casi como un elenco que prepara una obra de teatro, la caminata hasta pararse frente a las puertas de sus hogares sucedió físicamente en esta ocasión, pero fue practicado y repetido previamente en sus mentes un millón de veces. Y, tal como suele suceder también en la analogía artística, ningún ensayo mental pudo acaparar la experiencia completa de cada adjudicatario al vivirlo realmente. “Yo lo había dado por perdido, fue muy emocionante cuando me avisaron”, expresó Yanina Miranda, acompañada por su hija, su nieto y la vivienda propia de fondo.
“Había perdido las esperanzas hasta que escuché al Gobernador el año pasado. Ahí pensé ‘esta es mi oportunidad’. Cuando me llegó el mensaje de la vivienda no lo podía creer, salí corriendo, llorando, nadie entendía qué me pasaba. Lo que pasó es que me cambió la vida para siempre”, contó Nanoha Peche, otra de las adjudicatarias, evidentemente sentida por lo que logró junto con sus hijos.
Con las de esta tarde, el Estado ya cumplió con 642 de las 1.500 familias que habían quedado pendientes. Cabe recordar que las restantes familias a las que le corresponde la vivienda en la capital lo recibirán esta semana. Para ello, el Gobierno armó una agenda que abarca entregas este miércoles, jueves y viernes para finalizar con todos los residentes del nuevo barrio de la ciudad.

De forma similar, Paula Andino compartió con cierto nerviosismo y emoción todo el camino que transitó para obtener la llave de su casa. “Estoy sin palabras, esto es un sueño cumplido”, subrayó. La adjudicataria esperó 14 años por este momento: “Muchísimas gracias señor Gobernador por esta oportunidad que nos dio”, destacó.
Luego de pagar 73 cuotas, la navidad del 2016, que le habían prometido que la iba pasar en su vivienda, no llegó. El Gobierno que lo sucedió a Poggi renovaba fichas de inscriptos y ella no aparecía. “Sacaron la primera y no salía, la segunda tampoco, ya había perdido las esperanzas”, contó con la voz cortada.
Con el regreso del actual Mandatario a la gobernación, la ilusión volvió más fuerte que nunca. “En noviembre me llamaron y me dijeron que me presentara en el salón Malvinas Argentinas con mi familia. Allí, me dijeron que iba a recibir mi casa”, concluyó Andino.

